Institute of Secondary Education

Situar un edificio en un basto y monumental territorio, a las afueras de un pueblo, en una tierra de regadíos, donde canales y secaderos de tabaco son los vecinos mas próximos, las montañas como horizonte, el cielo como techo y el sol como rey de todos los hitos, esto ya es un colegio para la imaginación de un niño.
En un solar de suave pendiente descendente hacia el norte, que es hacia el pueblo, hacia las montañas. Dejar la parte más baja del solar para zona deportiva y ocupar la parte más alta con un volumen alargado que da cabida a todo el programa, y que al orientar hacia allí, todas sus clases y vistas, hacia estos hitos, estamos ligando el edificio al lugar, al territorio, con él, nos las tendremos que ver, ante esta geografía monumental. El edificio solitario con una altura de dos plantas tendrá que poder adquirir el carácter que la institución necesita, por ello evitamos la fragmentación y enfatizamos la longitud al colocar el polideportivo de forma alargada.
La presencia permanente de los hitos antes señalados, es hacia donde miramos, una manera de establecer referencias con los elementos fundamentales desde la forma del edificio; todas las aulas al norte, la presencia simbólica del pueblo en todos los espacios y tras él, la larga sierra símbolo monumental de la escala territorial, a la que verdaderamente se enfrenta el edificio.